El backgammon es uno de los juegos más antiguos que todavía se juega activamente, junto con otros juegos antiguos como el Go y el ajedrez. Los precursores del backgammon, como el antiguo juego romano ‘Ludus Duodecim Scriptorum’ (traducido como Juego de las Doce Líneas), datan de aproximadamente el año 3000 a.C. Otro ancestro vinculado a los romanos fue el juego llamado ‘Duodecum Scripta et Tabulae’ o ‘Tablas’ para abreviar. El emperador romano Claudio era un ávido jugador y jugaba durante largos viajes en su carro. La palabra backgammon apareció por primera vez en impresión en 1645, y la mayoría de los historiadores coinciden en que proviene del inglés antiguo ‘baec’ = espalda y ‘gamen’ = juego. El juego creció en popularidad en todo el mundo, enfrentando constantes batallas con las autoridades y la iglesia que querían prohibirlo debido a su elemento de apuestas.

El backgammon es un juego para dos jugadores donde cada uno tiene quince piezas que se mueven entre veinticuatro triángulos según el lanzamiento de dos dados. El objetivo del juego es ser el primero en ‘retirar’, es decir, mover las quince fichas fuera del tablero. Como todos los grandes juegos, combina estrategia y suerte. Aunque los dados pueden determinar el resultado de un solo juego, el mejor jugador acumulará el mejor récord a lo largo de una serie de partidas. Con cada lanzamiento de los dados, los jugadores deben elegir entre numerosas opciones para mover sus fichas y anticipar posibles movimientos del oponente. El uso opcional de un cubo de doblaje permite a los jugadores aumentar las apuestas durante el juego.